Salimos de Madrid sobre las 8 de la tarde y pusimos rumbo hacia el embalse, tras varias horas de camino llegamos al hotel y tras un rato de charla nos fuimos a la cama, el día siguiente prometia, y mucho...
Tras desayunar y conocer a Antonio, que nos haría a la vez de guía y compañero de pesca nos dirigimos a una zona del pantano donde las playas ganaban profundidad.
En esa zona los peces mostraban signos de baja actividad, pero tanto Leti cómo Antonio consiguieron pinchar varios barbos tanto beceros como comizos. Dani consiguió sacar un bonito ejemplar híbrido, pero yo por mi parte, debido a mi escasa práctica, me postulaba para el bolo.
Tras la comida decidimos cambiar a otra zona, con playas más planas donde pensamos que habría mayor actividad, y donde, Dani unos días antes había obtenido buenas y numerosas capturas.
Una vez allí seguimos con la misma tónica, Leti y Antonio sacando peces y Dani más preocupado por ayudarme a pescar que por hacerlo el, por lo que solo pudo sacar otro pequeño ejemplar.
Ya cuando nos íbamos a dar por vencidos, divisamos un grupo de tres o cuatro barbos moviéndose lentamente en una recula poco profunda. Tras un par de lances fallidos, con Dani comiéndome la oreja, la mosca se posó justo a un palmo de la boca del último barbo del grupo, que empezaba a abandonar la recula. El tiempo pareció detenerse, el barbo miro la mosca, una black and red, y la tomo franca, entonces llegó el subidón de adrenalina, clavada y una buena pelea de unos segundos que me parecieron eternos y por fin lo conseguimos, mi primer barbo a mosca, la alegría fue mayor al comprobar que era un bonito ejemplar de barbo becero.
Después de esto emprendimos el regreso a los coches y a casa, después de un duro día de pesca, donde las altas temperaturas quizás fueron determinantes e influenciaron en la baja actividad de los peces.
Como siempre, decir que todos los ejemplares capturados durante el día fueron liberados otra vez a su medio.
Solo falta dar las gracias Antonio gran persona y buen conocedor de la zona, a Leti, magnífica compañera de pesca y mejor persona, y a Dani, ya que sin sus consejos y sin el equipo que me prestó no hubiera podido vivir esta magnífica experiencia.
Aquí dejo unas fotos de mi primer ejemplar de barbo becero, y de uno de los ejemplares de Dani que pude fotografíar:
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